¿Qué dudas tenemos sobre el COVID-19?

¿El virus está en mi ropa? ¿En mis zapatos? ¿En mi pelo? ¿En mi periódico?
Actualmente muchas personas temen llevar el virus a sus casas ya sea en la ropa, zapatos, cabello, correo o incluso en el periódico.
Por lo cual se realizó una investigación con expertos en enfermedades infecciosas, científicos de aerosoles y microbiológicos para así poder aclarar las dudas sobre el transporte del coronavirus.


¿Debo cambiarme de ropa y bañarme cuando llego a casa?
Los expertos están de acuerdo en que no es necesario cambiarnos de ropa o ducharnos al llegar a casa, en el caso de personas que practican el distanciamiento social y sólo realizan viajes ocasionales. Lo que se sigue considerando esencial es lavarse las manos frecuentemente.
Estudios demostraron que algunas partículas virales pueden flotar en el aire alrededor de media hora, pero no pululan por ejemplo como los mosquitos, así que es poco probable que entren en contacto con la ropa.


¿Por qué las gotículas y partículas virales no se alojan normalmente en nuestra ropa?
Un claro ejemplo sería una gotícula, que es lo suficiente pequeña para flotar en el aire durante un tiempo, tiene muy pocas probabilidades de alojarse en la ropa debido a la aerodinámica. Ya que son gotitas tan pequeñas que sólo se moverían en el aire alrededor del cuerpo y de la ropa, mientras nos movemos apartamos el aire de nuestro camino y con él a la mayoría de gotitas, por lo tanto, las partículas también se apartan de nuestro camino.
Realmente tendrían que ser gotas grandes para no seguir la corriente de aire y así lograr alojarse en nuestra ropa, tal es el caso de las personas que escupen al hablar, estornudar o toser, por esta razón, si se encuentra por ejemplo en el supermercado y una persona estornuda encima probablemente lo mejor sea ir a casa, cambiarse de ropa y bañarse.
Pero el resto del tiempo se puede tener tranquilidad, ya que el movimiento del cuerpo empuja el aire y aleja a las partículas virales del cuerpo y de la ropa como resultado de las leyes básicas de la física.


¿Existe el riesgo de que el virus esté en mi cabello o barba?
Por las razones descritas anteriormente, no debería preocuparte la contaminación viral en tu cabello o barba si estás practicando el distanciamiento social.
Analizando todo el proceso que tendría que pasar para que alguien se infectará, como el siguiente caso por ejemplo “Alguien tendría que estornudar, y ese estornudo debería de tener una cierta cantidad de virus, para caer la cantidad suficiente de gotas en tu cabello o ropa para después tocar eso y luego tocar tu rostro para entrar en contacto con el virus”, hay muchas cosas que tienen que suceder de manera precisa, por eso el riesgo es muy bajo.


¿Debería preocuparme cuando lavo y acomodo la ropa?
El Coronavirus al igual que el virus de la influenza, está rodeado de una membrana grasosa que es vulnerable al jabón. Al lavar la ropa con un detergente normal, siguiendo las instrucciones según el tipo de tela, y luego así meterla a la secadora es más que suficiente para eliminar el virus, en caso de haber tenido contacto con él.
La excepción se da cuando se está en contacto directo con una persona enferma. Los Centros para el control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomiendan el uso de guantes cuando limpies las pertenencias de alguien enfermo y procurar no sacudir las prendas de vestir ni su ropa de cama. Al lavar, usar el agua a mayor temperatura posible y secar las prendas por completo.
Se puede mezclar la ropa de una persona enferma con la del resto de los habitantes de una casa. Y con el simple hecho dejar la ropa reposar un rato también reduce el riesgo, ya que el virus se secará y se desintegrará.
Los científicos afirman que estos tipos de virus tienden a desintegrarse más rápidamente en tela que en superficies duras y sólidas como el acero o el plástico.


Entonces, ¿cuánto tiempo puede durar activo el virus en la tela y en otras superficies?
Gracias a un importante estudio publicado en Marzo por The New England Journal of Medicine, reveló que el virus puede sobrevivir en buenas condiciones hasta tres días en superficies duras de metal y plástico, hasta 24 horas sobre cartón.
Este estudio no examinó la tela, pero de acuerdo a la investigación que se realizo con el cartón, esté ofrece pistas cercanas al comportamiento del virus en la tela.
Un estudio que se realizó en 2005 acerca de otro tipo de coronavirus (SRAG) el cual proporciona mayores evidencias, en las cuales se percibió una rápida perdida de capacidad infecciosa sobre materiales cómo papel y algodón.


¿Debo preocuparme por el correo, los paquetes que me llegan a domicilio o el periódico?
El riesgo de enfermarse por manipular correo, periódico o paquetes es extremadamente bajo, debido a que no existe algún caso documentado. Sin embargo, esto no significa que no se debamos tomar precauciones, cómo desechar el empaque y posteriormente lavarse las manos.


¿Qué tanto debo preocuparme por el riesgo de infección si salgo a pasear al perro o a ejercitarme?
Manteniendo una distancia prudente de otras personas, las posibilidades de contagiarse son extremadamente bajas.
La estabilidad del virus al aire libre es muchísimo menor que en espacios cerrados, así que estar afuera no es realmente el problema a menos de que fuese un lugar muy concurrido. Se puede salir dar un breve paseo o pasear a tu mascota tomando las medidas adecuadas. No obstante, por precaución de todos, en algunos lugares esto no está permitido actualmente.


¿Al llegar a casa, debo quitarme los zapatos y desinfectarlos?
Es cierto que lo zapatos pueden albergar demasiadas bacterias y virus, pero eso no significa que sean una fuente común de infección.
En un estudio llevado acabo sobre trabajados de la salud en China, reveló que la mitad de trabajadores tenían coronavirus en los zapatos, pero esto no era de sorprender puesto que venían de hospitales con pacientes infectados.
Por lo que los científicos reiteran que los zapatos no representan una forma de contagio del coronavirus que deba preocuparnos.
Pero si nosotros lo deseamos podemos tomar medidas más higiénicas, al lavar nuestro calzado o tal vez practicar el hábito de dejarlos en la entrada de la casa.

Fuente New York Times
Tara Parker- Pope


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